Publicado por Roberto Mendoza en / 0 Comentarios
Seguimos con Matsuo Basho (Matsuo Kinsaku), A pesar de ser maestro de poetas, en determinados momentos renunció a la vida social de los círculos literarios y prefirió recorrer todo el país a pie, viajando incluso por la parte norte de la isla, un territorio muy poco poblado, para poder encontrar fuentes de inspiración para sus escritos.
Viajar por el Japón medieval era muy peligroso y las expectativas de Bashō eran pesimistas; creía que podría morir en medio de la nada o ser asesinado por bandidos. A medida que avanzó el viaje, su estado de ánimo fue mejorando y se encontró cómodo haciendo lo que hacía, se reunió con muchos amigos y pasó a disfrutar de la evolución del paisaje y las estaciones.
En este haiku se identifica su nivel de observación ante lo obvio y mostrar lo que nunca nos preguntamos.
¿La nieve que cae
es otra
este año?